RECOMENDACION LITERARIA
Tennessee Williams. La noche de la iguana y otros relatos.
Traducción de Mariano Antolín Rato.
Debolsillo. Barcelona, 2006.
Mis obras de teatro largas surgen a partir de obras en un acto y relatos cortos anteriores, decía Tennessee Williams.
Y además de su alto valor como relatos, ese valor seminal añadido es el que caracteriza a los textos de La noche de la iguana y otros relatos, una recopilación de textos narrativos que se tradujeron al español por primera vez en 1998, en una edición de Alba Editorial, que acaba de publicarse en Debolsillo.
Ese valor germinal es el de uno de los más conocidos cuentos de Tennessee Williams, La noche de la iguana, un excelente relato de 1948, lleno de intensidad, de elipsis y pasiones oscuras. Ese texto dio lugar en 1961 a una conocida obra dramática que adaptó al cine John Huston en una película inolvidable.
Es uno de los quince relatos de este volumen, variados en cuanto a su soporte argumental, que va desde el relato histórico inicial a la narración autobiográfica, desde el testimonio social hasta el límite de la irrracionalidad onírica con una mezcla deliberada y brutal de humor, crueldad y compasión.
Es la áspera belleza de la literatura que algunos críticos han destacado como característica del mundo vital y literario de Tennessee Williams, otro de esos narradores memorables que dio el profundo Sur.
Los cuentos que se recogen en este libro, escritos entre 1928 y 1977, resumen la dilatada trayectoria de medio siglo de creatividad. Cincuenta años en los que pasaron muchas cosas que marcaron la historia del siglo XX y la biografía de Tennessee Williams, que pasó de escribir un truculento relato ambientado en el Egipto tebano de los faraones a una narración como El chapero asesino y el carroza disimulón, atrevido no solo en el tema sino sobre todo en una técnica perspectivista en la que se pasa con agilidad y eficacia de un punto de vista narrativo a otro.
Integrante de una estirpe de narradores que arranca de Chejov y da sus mejores frutos en la literatura norteamericana contemporánea, Tennessee Williams fue, como el admirable escritor ruso, narrador y dramaturgo y exploró la frontera técnica entre ambos géneros.
Traducción de Mariano Antolín Rato.
Debolsillo. Barcelona, 2006.
Mis obras de teatro largas surgen a partir de obras en un acto y relatos cortos anteriores, decía Tennessee Williams.
Y además de su alto valor como relatos, ese valor seminal añadido es el que caracteriza a los textos de La noche de la iguana y otros relatos, una recopilación de textos narrativos que se tradujeron al español por primera vez en 1998, en una edición de Alba Editorial, que acaba de publicarse en Debolsillo.
Ese valor germinal es el de uno de los más conocidos cuentos de Tennessee Williams, La noche de la iguana, un excelente relato de 1948, lleno de intensidad, de elipsis y pasiones oscuras. Ese texto dio lugar en 1961 a una conocida obra dramática que adaptó al cine John Huston en una película inolvidable.
Es uno de los quince relatos de este volumen, variados en cuanto a su soporte argumental, que va desde el relato histórico inicial a la narración autobiográfica, desde el testimonio social hasta el límite de la irrracionalidad onírica con una mezcla deliberada y brutal de humor, crueldad y compasión.
Es la áspera belleza de la literatura que algunos críticos han destacado como característica del mundo vital y literario de Tennessee Williams, otro de esos narradores memorables que dio el profundo Sur.
Los cuentos que se recogen en este libro, escritos entre 1928 y 1977, resumen la dilatada trayectoria de medio siglo de creatividad. Cincuenta años en los que pasaron muchas cosas que marcaron la historia del siglo XX y la biografía de Tennessee Williams, que pasó de escribir un truculento relato ambientado en el Egipto tebano de los faraones a una narración como El chapero asesino y el carroza disimulón, atrevido no solo en el tema sino sobre todo en una técnica perspectivista en la que se pasa con agilidad y eficacia de un punto de vista narrativo a otro.
Integrante de una estirpe de narradores que arranca de Chejov y da sus mejores frutos en la literatura norteamericana contemporánea, Tennessee Williams fue, como el admirable escritor ruso, narrador y dramaturgo y exploró la frontera técnica entre ambos géneros.
Santos Domínguez
1 comentario
fernando antonio sanabria -