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REVISTA DIGITAL MENTES-INQUIETAS

PLACEBO,MAS FUERTE QUE NUNCA

‘MEDS’ Al final, todos los tesoros escondidos empiezan a relucir. Desde su bunker de música esnob en el Reino Unido, con intermitencias de los éxitos locales y nacionales de Franz Ferdinand y The Kaiser Chiefs, ha sido fácil olvidar que desde la pasada década Placebo han ido convirtiéndose poco a poco en una de las bandas de rock mejores y más importantes del mundo. En el 2000, mientras todos estábamos lamentando la escasez de talento británico, Placebo vendían discretamente un millón de copias de su tercer álbum ‘Black Market Music’ y entraban en el Número Uno en toda Europa. En el 2003, mientras nos postrábamos a los pies de los Libertines, el cuarto álbum de Placebo ‘Sleeping With Ghosts’ los llevó a los 1,5 millones de ventas, a saltar al Top 10 en veinte países y a actuar ante 18.000 personas en el  Bercy en París. Al igual que otros artistas oscuramente románticos que se dirigen directamente a abrasadas almas humanas –  The Cure, Depeche Mode, Morrissey, REM – la suya ha sido una explosión global, constante y de culto fuera de nuestra estrecha visión del espíritu de una época. Pero cuando Brian Molko, Stefan Olsdal y Steve Hewitt llenaron el estadio Wembley Arena de Londres en el 2004 durante una triunfante excursión de vuelta a casa para promocionar la colección de singles de aquel año ‘Once More With Feeling’, con Robert Smith como invitado especial, se destapó el secreto peor guardado del rock: durante diez años Placebo han ido trepando hasta el súper-estrellato, ahora están tomando su puesto en el podio. “El tamaño del éxito ha sido gradual desde el  primer álbum”, declara Stefan, “cada álbum ha ido un poco mejor que el anterior, así que no fue una gran sorpresa. Hemos aprendido nuestro oficio a lo largo de los años y la banda ha ido creciendo en directo también – en la última gira había cinco personas sobre el escenario que nos liberaron a mí y a Brian para poder dar un poco más de espectáculo. Fue como meternos un poco en nuestros papeles y nos sentíamos cómodos en ellos. Pero venir a tocar al Wembley el año pasado fue toda una vindicación.”

Sin embargo, lo que es verdaderamente notable sobre la ascensión de Placebo, es que siempre ha ido mano a mano con un extraño apetito por la inventiva musical, el descubrimiento personal y el espíritu de contar historias. Según han ido despojándose gradualmente del andrógino choque-chic de su génesis en 1994 cambiándolo por disecciones más crudas, directas y maduras del núcleo de azufre de la humanidad – las perversiones que nos escondemos mutuamente, las agonías y humillaciones que nos infligimos, las adiciones con las que cargamos y, en ocasiones, la esperanza que a menudo nos negamos – también han dado pasos osados adentrándose en territorio musical fresco. ‘Black Market Music’ introdujo elementos de hip-hop y disco en su anteproyecto de rock melancólico. En ‘Sleeping With Ghosts’ experimentan con electrónica, loops y abundancia de artificios de estudio. Retaron valientemente a su público, ganándose una devoción más grande y ávida de una legión creciente de fans de rock, inteligentes pero menoscabados, que se acercaban esperando deleitarse con los inesperados giros estilísticos de Placebo. Y su quinto álbum de estudio ‘Med’ parece diseñado para ser su giro de estrategia más importante y más interesante hasta ahora.

Compuesto en el verano de 2004 en el sur de Francia, grabado a lo largo de cuatro meses en el 2005 en los Estudios Rak con el productor francés, relativamente poco conocido, Dimitri Tikovoi y mezclado por U2 junto a la leyenda de Smashing Pumpkins, Flood, ‘Meds’ es Placebo: Al Desnudo. Seguros de que han compuesto su conjunto de canciones más potentes hasta la fecha “Nos encontramos en una situación en la que estábamos haciendo un disco que tenía demasiadas canciones”, declara Brian. “Antes siempre nos faltaba una, así que el baremo de calidad se ha alzado. Hay al menos cinco o seis singles en este álbum”.

Dejaron que Tikovoi se deshiciese de su enfoque intencionadamente electrónico – una dirección que la banda perseguía tras haber escrito el duro y electrónico ‘Twenty Years’ para el disco de Colección de Singles – hasta quedar en pura guitarra, bajo y baterías para dejar que el genio de la composición hablase por sí mismo y redescubrir el fuego en los vientres de Placebo lustrados por el estudio. “La idea de Dimitri para este disco era dejarnos hacer un primer álbum de nuevo”, explica Brian, “sacarnos de nuestra zona cómoda, retarnos a volver a incluir riesgos en Placebo. Rak es un estudio un poco anclado en el tiempo, no ha cambiado mucho desde los años setenta y ochenta. Así que no estás haciendo un disco en una nave espacial digital, todo se convierte en algo muy basado en cómo tocas. Así que regresamos a un lado muy elemental de Placebo. Por ejemplo, donde normalmente recurriríamos a un teclado antiguo caro, recurrimos en vez de eso al piano. Creo que con el tiempo hemos desarrollado una reputación de ser bastante complicados y creo que disfrutamos de la libertad de volver a lo básico en este disco, dejamos espacio para que la parte compositiva trasluzca más que mostrar lo listos y lo buenos que somos en un estudio. Íbamos más por la simplicidad que por la elaboración.”

El resultado no es solo un mejorado, derretido y crudo rugido de un disco, sino también la colección más humana de Placebo hasta la fecha. Molko ya no siente la necesidad de definirse a sí mismo a través de la alta costura o de artimañas S&M – ya es un adulto y un contador de historias muy bien perfiladas y no necesita ningún lexicón espontáneo para trazar las deformidades de la vida. Aquí encontramos cuentos sobre almas frágiles perdiendo el control porque han olvidado tomar su medicación (‘Meds’), sobre la vergüenza difuminada del espejo del baño en un amanecer de bajón narcótico (‘Cold Light Of Morning’), sobre “tus amigos que están tomando decisiones tremendamente malas de estilo de vida” (‘Song To Say Goodbye’).

Aquí encontramos historias - sutilmente reveladas - de pérdida, confusión, venganza, amor, adición y dependencia a pesar de, se puede pensar, del hecho que Molko ya debería haber superado este tipo de cosas a estas alturas. “Lo sé”, declara Brian entre risitas. “Supongo que estando en una banda de rock no se madura tan rápidamente como otra gente independientemente de lo que ocurra en tu vida, o quizá porque estás tan habituado al conflicto y a las cosas tambaleándose al borde del fracaso que a veces tienes que crear ese algo a tu alrededor para sentirte vivo. Cuando se escucha el álbum se descubren grandes dosis de confusión y desesperación. Las cosas no son nunca simples en el mundo de Placebo. Creo que lo interesante de la gente que protagoniza las canciones de este álbum es que siempre están atravesando algún tipo de conflicto, consigo mismos o en términos de su lugar en el mundo o en términos de dependencia o adición.” También hay, de forma algo misteriosa, un tema llamado ‘Space Monkey’, que nadie de la banda puede explicar pero que ha dejado a Stefan sobrecogido por la emoción. “Lo escucho y no nos escucho a nosotros tocando ni recuerdo estar grabándolo”, declara, “es como si estuviese escuchando a otra banda y me provoca emociones muy fuertes cuando lo escucho. Es la primera vez que me ocurre eso con nuestra música.“ Su mejor álbum (e inevitablemente el de más éxito) hasta el momento, y un disco que proporciona respetables guiños a su inspiración así como a su legado. Un ejemplo del legado de la banda es la colaboración estelar de VV de The Kills, que canta en el tema que da título al álbum, ‘Meds’, y Bloc Party ofreciéndose a la banda para remezclar su primer single en el Reino Unido, ‘Because I Want You’. Y cuando se acerque el final de la próxima gira mundial de ‘Meds’, el rock se habrá quedado sin muescas. Placebo han conquistado el mundo, ahora regresan a por ti. >>Mark Beaumont, enero de 2006<<

 

 

1 comentario

Natalita -

genial crítica. ya era hora de leer algo así y no las típicas bobadas acerca de "un grupo acabado" xq tiene más de tres discos. la he leído con devoción, igual q escucho placebo con devoción. curioso lo de space monkey...
gracias y enhorabuena! :)