NUEVO ALBUM DE RICHARD ASHCROFT
‘No soporto las biografías. La mayoría de ellas son gilipolleces, ¿eh? Me gustaría que me hicieran una bío que sólo tuviera una lista de lo que he hecho y un par de citas. Cuantas menos sandeces mejor, por favor. Sería total. Gracias.’ Richard Ashcroft, noviembre de 2005.Ya le habéis oído, así que no nos enrollemos. ‘Keys To The World’ es el tercer álbum en solitario de Richard Ashcroft, después de ‘Alone With Everybody’ (julio de 2000) y ‘Human Conditions’ (noviembre de 2002). Ha ido componiendo sus diez temas (44 minutos en total) a lo largo de varios años, pero grabó la mayoría de ellos en un par de días en Richmond, al oeste de Londres.
En el tiempo transcurrido desde su último lanzamiento, Ashcroft y su mujer tuvieron su segundo hijo. Ashcroft también fichó por Parlophone tras la desintegración de Hut, el sello con el que estuvo desde su debut en 1992, desde que fuera líder y chamán de Verve, la banda de rock psicodélico que formó junto a tres compañeros en el Winstanley College de Wigan. La banda acabó por cambiar su nombre por el de The Verve y, en 1997, editó su tercer trabajo, ‘Urban Hymns’, del que se extrajo todo un puñado de éxitos en todo el mundo (especialmente ‘Bittersweet Symphony’ y ‘The Drugs Don’t Work’), del que se vendieron siete millones de copias y que, no es ninguna gilipollez, marcó una época.
Pero estamos divagando. ¿Qué más ha pasado en esos tres años en los que Richard Ashcroft ha estado alejado? Bueno, aunque es hincha del Manchester United, Ashcroft vio con enorme regocijo cómo el club de su pueblo natal, el Wigan Athletic, con el que jugó de pequeño, ascendió a Primera. Pero también ha sido testigo, con enorme desagrado, de cómo los políticos han perdido el control, cómo se han emprendido guerras, los terroristas aterrorizan y una gran apatía se ha asentado en el mundo. ‘Hay un gran malestar’, dice. ‘¿En qué cree la gente aparte de en la música y el deporte?’
Ashcroft cree sobre todo en la música. ‘Se puede cambiar radicalmente la vida de una persona con una canción. No creo que la gente entienda realmente lo importante que es eso.’
‘Creo que estaba predestinado a ser cantautor’, prosigue. ‘No me motivan la fama ni el éxito. Soy bastante tímido, introvertido, y podría desaparecer fácilmente ocultándome en segundo plano. Pero estoy destinado a componer temas. Para mí, la creatividad es casi como una terapia, mis temas te llevan hasta el punto vulnerable de mi mente, donde hay cosas muy oscuras. Si viviera en Los Ángeles, vería a alguien tres veces al día, cada día. Pero soy un inglés del norte que intenta sobrellevar esta mierda a su manera.’
En ‘Keys To The World’, Ashcroft aborda los temas sobre los que ha estado reflexionando y con los que ha estado lidiando: depresión y felicidad, religión y muerte, el mundo y sus gentes, el amor y cómo mantenerlo. Es un álbum a la vez reflexivo, relajado, suave, enfadado y optimista. ‘A mediados de los 60 los compositores estaban influenciados por Dylan y tenían un enfoque más sarcástico y retorcido de las cosas. Pero aún así componían temas que se colaban en las mentes de la gente. Eso es lo que intento hacer. La melodía sigue siendo lo más importante.’
Lo cierto es que a Ashcroft las melodías se le dan muy bien. ‘Compongo temas imaginando que podrán escucharlos todo tipo de personas’, dice. ‘Ya les guste el hip hop, el soul, el blues o el jazz. Mi música es como un guiso muy denso con ingredientes muy distintos.’
Así es. Mientras que la voz bronca y conmovedora de ‘Keys To The World’ es inconfundiblemente Ashcroft, la música, siempre pegadiza y melódica, abarca desde el potente tema de rock inicial ‘Why Not Nothing?’ y la arrogancia del clavicordio del primer single, ‘Break The Night With Colour’, hasta el swing con sampleado de Curtis Mayfield de ‘Music Is Power’, el ritmo potente de ‘Keys To The World’ y el sonido al más puro estilo Dylan de ‘World Keeps Turning’.
En Live 8, en la presentación de Richard Ashcroft, el líder de Coldplay Chris Martin describió el tema ‘Bittersweet Symphony’ de The Verve como ‘la mejor canción jamás escrita, interpretada por el mejor cantante del mundo’. Un poco exagerado a gusto de Ashcroft, pero ‘Keys To The World’ demuestra, quizá mucho más que cualquiera de sus trabajos en solitario hasta la fecha, que ese talento genuino sigue ardiendo en su interior.
“Creo que es más melódico, la voz destaca más y es más concisa’, dice Ashcroft cuando se le pregunta acerca de las diferencias entre éste y su último álbum. ‘Estoy satisfecho. Siento que es el momento de volver. Mientras seamos capaces de sobrevivir a la gripe del pollo, el 2006 será un buen año.’
“KEYS TO THE WORLD” DISPONIBLE EL 23 DE ENERO
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