MATT ELLIOT
MATT ELLIOTT
OCTUBRE 2005
7 Orotava (Festival Orotava Contemporánea Alternativa '05 Teatro Teobaldo Power)
13 Tarragona (Sala Zero) + Many fingers
14 Murcia (12 y medio) + Many fingers
15 Castellón (Ricoamor) + The Clientele
16 Madrid (Café de la Palma) + Many fingers
21 Elorrio (Arriola) + Many Fingers
29 Huesca (Festival Periferias)
Matt Elliott, ex-líder de Third Eye Foundation y autor de uno de los mejores discos de 2003 ("The Mess We Made") volvía a primeros de este año con un álbum intimista entre la electrónica terminal y el folk torturado. Ocho canciones románticas y decadentes: 66 minutos de emoción en estado puro, el aclamado "Drinking Songs" (Acuarela).
No sería mala idea comprobar la composición del agua que se bebe en Bristol. Porque de esa ciudad siempre nublada y lluviosa, salió durante los 90 una diversa escena musical que iba desde Massive Attack a Tricky, de Portishead a Roni Size. Y también la que nos interesa en este caso: una serie de músicos interesados en la capacidad poética del ruido y el trasteo casero con samples: Flying Saucer Attack, AMP o Crescent. Entre ellos destacó Matt Elliott quien curtido en labores de estudio, decidió liarse la manta a la cabeza y, bajo su propio sello edita "Semtex", primer álbum de un proyecto que bautiza como The Third Eye Foundation: electrónica, noise, melodías cortantes y ritmos centrifugados.
Poco después da un paso de gigante: un "Ghost" que le concede contrato con Domino. Monumental amalgama de paisajes oníricos, samples terroríficos y feedback alucinógeno, "Ghost" cabalgaba virulento sobre ritmos cruzados entre drum'n'bass, breakbeat y hip-hop. A partir de ahí, la carrera de Matt Elliott sigue por medio de trabajos como "You Guys Kill Me", "Little Lost Soul" y "I Poopoo On Your Juju", desplazando su neurosis sonora hacia campos más abiertos. En ese momento su vida sufre un giro, y se muda a Francia con su familia. Dos años más tarde vuelve bajo su propio nombre con el excepcional "The Mess We Made", ocho piezas donde hay un aire a musical enrarecido, un terminal tira y afloja de la melodía y el ritmo. Era un trabajo duro y no apto para todos los públicos, pero que le catapultó a las listas de los mejores discos del 2003. En nuestro país lo presentó primero acompañando a Smog y después en una gira junto a Emak Bakia, y también participó en los festivales Tanned Tin (2003) y Primavera Sound (2004).
Y ahora Matt ha abandonado Domino y escogido sellos como Ici d'ailleurs y Acuarela para editar su flamante trabajo: "Drinking Songs", título que hace referencia a las canciones que entonan los camaradas mientras beben y se entregan al recuerdo y el olvido. Estamos hablando de una obra que marca su evolución total hacia un folk torturado que hunde sus raíces tanto en la electrónica como a un interés por la música coral, sea en un sentido litúrgico, o como él mismo indica, "soviético". Muchas de las composiciones de "Drinking Songs" parecen ser el preámbulo a una borrachera de Absenta bajo los neones de un Moscú triste y decadente.
"Drinking Songs" pone especial énfasis en las voces distantes y los ambientes etéreos. Las guitarras y teclados se han vuelto tenues, sentimentales, subterráneos. Samplers, voces y ecos le dan una dimensión casi mística al disco. ¿Mezcla imposible de Hood con Arvo Part? Algo así, porque cada melodía, cada ruido, cada estribillo te mantiene siempre expectante, alerta, pensando que puedes perderte algo, un detalle que lo cambia todo. Matt Elliott pretende transportarnos a sus mundos paralelos, haciendo especial hincapié en los fantasmas de la memoria, en el pasado más que en el futuro. Su música inunda la habitación, el café, la buhardilla, el entresuelo, creando una atmósfera que es al mismo tiempo lasciva y violenta.
"Drinking Songs" nunca toma el atajo fácil, y se adentra en un mundo introspectivo e hipnótico. Lúcido y tan mágico como una reunión etílica para celebrar que hemos cambiado del todo para seguir siendo los mismos de siempre.
Tras su exitoso paso por la última edición del festival Sónar, esto es lo que ha comentado la revista ROCKDELUX: "Matt Elliott, siempre contento, aportó la nota discordante antes de la avalancha de electrónica. Él fue el verdadero triunfador del día. Con un SónarComplex a reventar, ofreció el "concierto de mi vida" (sic), y consiguió que el folk de taberna de "drinking songs" (2005) obtuviese los mayores aplausos y vítores de un festival poco dado a la melancolía. fue una noche especial, como la de David Grubbs en 2003".
Matt Elliott será teloneado en la mayóría de las fechas por Many Fingers, proyecto de Chris Cole, que además de colaborar en el directo de Elliott y ser miembro fijo del seminal grupo de post-pop británico Movietone, ahora presenta sus propias canciones entre Yan Tiersen y Disco Inferno.
OCTUBRE 2005
7 Orotava (Festival Orotava Contemporánea Alternativa '05 Teatro Teobaldo Power)
13 Tarragona (Sala Zero) + Many fingers
14 Murcia (12 y medio) + Many fingers
15 Castellón (Ricoamor) + The Clientele
16 Madrid (Café de la Palma) + Many fingers
21 Elorrio (Arriola) + Many Fingers
29 Huesca (Festival Periferias)
Matt Elliott, ex-líder de Third Eye Foundation y autor de uno de los mejores discos de 2003 ("The Mess We Made") volvía a primeros de este año con un álbum intimista entre la electrónica terminal y el folk torturado. Ocho canciones románticas y decadentes: 66 minutos de emoción en estado puro, el aclamado "Drinking Songs" (Acuarela).
No sería mala idea comprobar la composición del agua que se bebe en Bristol. Porque de esa ciudad siempre nublada y lluviosa, salió durante los 90 una diversa escena musical que iba desde Massive Attack a Tricky, de Portishead a Roni Size. Y también la que nos interesa en este caso: una serie de músicos interesados en la capacidad poética del ruido y el trasteo casero con samples: Flying Saucer Attack, AMP o Crescent. Entre ellos destacó Matt Elliott quien curtido en labores de estudio, decidió liarse la manta a la cabeza y, bajo su propio sello edita "Semtex", primer álbum de un proyecto que bautiza como The Third Eye Foundation: electrónica, noise, melodías cortantes y ritmos centrifugados.
Poco después da un paso de gigante: un "Ghost" que le concede contrato con Domino. Monumental amalgama de paisajes oníricos, samples terroríficos y feedback alucinógeno, "Ghost" cabalgaba virulento sobre ritmos cruzados entre drum'n'bass, breakbeat y hip-hop. A partir de ahí, la carrera de Matt Elliott sigue por medio de trabajos como "You Guys Kill Me", "Little Lost Soul" y "I Poopoo On Your Juju", desplazando su neurosis sonora hacia campos más abiertos. En ese momento su vida sufre un giro, y se muda a Francia con su familia. Dos años más tarde vuelve bajo su propio nombre con el excepcional "The Mess We Made", ocho piezas donde hay un aire a musical enrarecido, un terminal tira y afloja de la melodía y el ritmo. Era un trabajo duro y no apto para todos los públicos, pero que le catapultó a las listas de los mejores discos del 2003. En nuestro país lo presentó primero acompañando a Smog y después en una gira junto a Emak Bakia, y también participó en los festivales Tanned Tin (2003) y Primavera Sound (2004).
Y ahora Matt ha abandonado Domino y escogido sellos como Ici d'ailleurs y Acuarela para editar su flamante trabajo: "Drinking Songs", título que hace referencia a las canciones que entonan los camaradas mientras beben y se entregan al recuerdo y el olvido. Estamos hablando de una obra que marca su evolución total hacia un folk torturado que hunde sus raíces tanto en la electrónica como a un interés por la música coral, sea en un sentido litúrgico, o como él mismo indica, "soviético". Muchas de las composiciones de "Drinking Songs" parecen ser el preámbulo a una borrachera de Absenta bajo los neones de un Moscú triste y decadente.
"Drinking Songs" pone especial énfasis en las voces distantes y los ambientes etéreos. Las guitarras y teclados se han vuelto tenues, sentimentales, subterráneos. Samplers, voces y ecos le dan una dimensión casi mística al disco. ¿Mezcla imposible de Hood con Arvo Part? Algo así, porque cada melodía, cada ruido, cada estribillo te mantiene siempre expectante, alerta, pensando que puedes perderte algo, un detalle que lo cambia todo. Matt Elliott pretende transportarnos a sus mundos paralelos, haciendo especial hincapié en los fantasmas de la memoria, en el pasado más que en el futuro. Su música inunda la habitación, el café, la buhardilla, el entresuelo, creando una atmósfera que es al mismo tiempo lasciva y violenta.
"Drinking Songs" nunca toma el atajo fácil, y se adentra en un mundo introspectivo e hipnótico. Lúcido y tan mágico como una reunión etílica para celebrar que hemos cambiado del todo para seguir siendo los mismos de siempre.
Tras su exitoso paso por la última edición del festival Sónar, esto es lo que ha comentado la revista ROCKDELUX: "Matt Elliott, siempre contento, aportó la nota discordante antes de la avalancha de electrónica. Él fue el verdadero triunfador del día. Con un SónarComplex a reventar, ofreció el "concierto de mi vida" (sic), y consiguió que el folk de taberna de "drinking songs" (2005) obtuviese los mayores aplausos y vítores de un festival poco dado a la melancolía. fue una noche especial, como la de David Grubbs en 2003".
Matt Elliott será teloneado en la mayóría de las fechas por Many Fingers, proyecto de Chris Cole, que además de colaborar en el directo de Elliott y ser miembro fijo del seminal grupo de post-pop británico Movietone, ahora presenta sus propias canciones entre Yan Tiersen y Disco Inferno.
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